Viaje a la D. O. Montilla-Moriles
Este año como no había puentes para poder hacer un viaje de más días, nos decidimos por visitar una D.O. más cercana: Montilla Moriles.
El viaje lo realizamos en el fin de semana del 9 y 10 de abril, este es el resumen:
EL DÍA 9 DE ABRIL:
– A las 6 h 30’ , Salimos desde la Estación de Autobuses de Socuéllamos, para llegar a las 9 h. 30’a Úbeda. Donde después de reponer fuerzas con unos bocatas de jamón en pan mojado en aceite que nos habían preparado amablemente Vicenta y Visi, regados por unos caldos ecológicos de Bodegas Explotaciones Hermanos Delgado, y sobre las 10 horas, realizamos una visita guiada por esta ciudad nombrada Conjunto Histórico-Artístico en el año 1955 y en 2003 Patrimonio de la Humanidad, junto con Baeza, por la UNESCO.
A lo largo del recorrido visitamos la Plaza Vázquez de Molina, Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares, y otros lugares interesantes de esta bonita ciudad, que nos dejó ganas de volver.
– Sobre las 13 horas salimos hacia Granada, donde llegamos sobre las 14 horas con el tiempo justo para acomodarnos en el Hotel que estaba nuevecito y bastante bien, y comer en los diversos restaurantes de los alrededores. Posteriormente fuimos en el autobús para sobre las 17 h 30’ realizar una visita guiada a la Alhambra. Este conjunto palaciego fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1984.
Después de la visita tuvimos ocasión de disfrutar la ciudad de Granada. Algunos aprovecharon para tapear en alguno de sus múltiples bares, o cenar en alguno de sus restaurantes, algunos con espectaculares vistas de la Alhambra, otros para pasear por el Albaicín, y otros para asistir a una zambra en alguna de las cuevas del Sacromonte.
EL DÍA 10 DE ABRIL:
– Después de desayunar en el hotel, nos desplazamos a Montilla, donde hicimos la visita guiada de una de las bodegas más emblemáticas y con más solera de la D.O. : Bodegas Alvear. Por cierto un 10 a la guía que nos acompañó en el recorrido.
Al finalizar la visita, nos ofrecieron una degustación de sus vinos bien fresquitos acompañados de los aperitivos típicos, que por la hora que era y el calorcillo que hacía, nos vinieron fenomenal para recuperar fuerzas.
Posteriormente y ya cercana la hora de la comida, nos desplazamos hasta Córdoba, donde por libre tuvimos ocasión de comer en sus numerosos restaurantes, así como disfrutar de las maravillas de la ciudad: Mezquita, judería, patios, etc.
A las 19 horas regresamos a Socuéllamos.