Dejamos constancia de nuestro tradicional viaje que cada año hacemos para visitar otras zonas vinícolas, y que en esta ocasión nos llevó por tierras gallegas, visitando bodegas de las D.O. Rías Baixas y Ribeira Sacra.El viaje comenzó el día 1 de mayo jueves, por la mañana muy temprano pues teníamos mucho camino por delante, salimos de Socuéllamos sobre las 5 y media, haciendo la primera parada en Medina del Campo, donde pudimos reponer fuerzas y aprovechar para admirar su Plaza Mayor. Un grupo aprovechamos para hacer una visita al bar de un paisano nuestro, Eloy. En su bar, el Bar Geli, cercano a la Plaza Mayor, nos atendió amablemente su hijo, y pudimos degustar la tapa por la cual es conocido no solo en Medina, sino en toda España: sus famosos cuellos de pollo. |
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Continuamos viaje para llegar a Verín donde paramos a comer. Por supuesto entre los platos que comimos estaba la empanada, que no nos iba a faltar durante todo el viaje en días sucesivos.Tras una pequeña sobremesa, y ya de camino a Orense, hicimos dos paradas. La primera en el castillo de Monterrei, que la verdad no merecía la pena, pues está prácticamente en obras y eran pocas las zonas visitables. Pero la subida se las traía, como podemos observar en la foto y nos permitió desgastar la comida. |
El grupo visitando los hornos del castillo donde se cocía el pan.
Pese a todo las vistas eran espectaculares y el tiempo estupendo.
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Tras esta visita y antes de llegar a Ourense donde teníamos el hotel, hicimos una parada en Allariz para reponer fuerzas, y al mismo tiempo poder admirar esta hermosa villa, especialmente su casco histórico que se conserva excepcionalmente. La verdad es que nos supo a poco, y seguro que la mayoría de nosotros quedó con ganas de volver a este lugar, para pasear más tranquilamente por las riberas de su río, y perderse por sus callejuelas del casco histórico. |
Sobre las ocho de la tarde, llegamos a nuestro hotel en Ourense que estaba bastante céntrico, el hotel Cardenal Quevedo. Después de cenar, pudimos dar un paseo y disfrutar del encanto de la noche de Orense.Después pudimos reponer fuerzas en sus cómodas habitaciones, algo necesario para lo que nos esperaba al día siguiente. |
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Tras desayunar en nuestro hotel, bien temprano, salimos rumbo hacia la Ribeira Sacra. Nuestra primera parada fue para visitar el monasterio de Santo Estevo. El monasterio precioso, pero tuvimos que pegarnos hasta llegar a él, una buena caminata, pues el autobús no podía llegar.Aunque a la vuelta “algunos enchufados”, se buscaron las mañas para no tener que hacerla caminando. |
A continuación bajamos hasta el embarcadero para hacer una travesía por los cañones del Sil a bordo de una pequeña embarcación desde donde pudimos admirar las espectaculares vistas que ofrecía el mismo, y los lugares inaccesibles donde los esforzados viticultores plantan sus vides. Pudimos entender perfectamente porque le llaman viticultura heroica. |
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Y aquí queda para dar fe de nuestra presencia, nuestra tradicional foto. |
Después de este precioso paseo, salimos con el autobús hacia la bodega Adega Algueira, por cierto que el viaje a través de los cañones resultó espectacular, aunque dadas las horas ya próximas a la comida, se hizo un poco largo para algunos.
Al llegar a esta preciosa bodega de la D.O. Ribeira Sacra, nos atendió amablemente y nos ofreció una charla muy amena y didáctica, Fernando, propietario de la misma junto a su esposa que mientras nos explicaba, nos dio a probar alguno de sus vinos. No dejó gratamente impresionados ya que pudimos comprobar que es una persona a la que le desborda por todos sus poros la pasión y el amor que siente por sus vinos. Posteriormente pasamos a comer en una pequeña terraza, con unas vistas maravillosas. Allí pudimos degustar una carne exquisita regada con sus vinos.
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Tras la agotadora jornada, partimos hacia O’Grove donde después de coger nuestras habitaciones, fuimos a un restaurante de esta preciosa villa costera, capital del marisco, donde tuvimos ocasión de probar algunos de los productos típicos de la tierra. |
Al siguiente día partimos hacia Cambados, capital del albariño y de la D.O, Rias Baixas. Antes y en ruta, hicimos una parada en la Playa de la Lanzada, para visitar su ermita, donde alguno tuvo ocasión de cumplir con los ritos mágicos que garantizan la fertilidad. |
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Al llegar a Cambados y mientras hacíamos hora para la visita a la bodega que teníamos en el programa, pudimos recorrer esta ciudad que posee un Conjunto Histórico declarado como Bien de Interés cultural, por ser uno de los mejores restaurados de Galicia. La mayoría del grupo, decidimos hacer el recorrido turístico por sus calles empedradas, palacios, plazas y casas nobles, subidos en un tren turístico. |
Después nos desplazamos a las afueras de Cambados, donde visitamos las instalaciones de Adega Gran Bazán. Después de ver sus viñas, y un recorrido por sus instalaciones, pudimos asistir en uno de sus salones a una cata comentada de sus vinos por parte del personal de la bodega. Tras la visita y las compras de rigor, hicimos la foto correspondiente como testigo del paso de nuestra Asociación por este lugar. |
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Después de comer con los productos típicos en ruta hacia nuestro hotel, tuvimos tiempo para una pequeña sobremesa en las terrazas del Hotel Nuevo Astur, donde hicimos la comida.
Por la tarde y casi sin tiempo para poder recuperar fuerzas en nuestro hotel, salimos hacia el puerto de O´Grove para embarcarnos en un pequeño catamarán, dar un paseo por la ría de Arosa, y ver las bateas donde se cultiva el mejillón, la ostra y la vieira.
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El catamarán estuvo en exclusiva para nuestro grupo, por lo que en un ambiente totalmente familiar, pasamos a realizar la excursión. Ya adentrados en la ría, pudimos degustar los mejillones que cultivan en la misma, regados con vinos de la tierra. Después ya en plena ría, asistimos a la “instructiva y expresiva” explicación del personal de la empresa que organizaba la excursión.
Tras “el hinchazón” de mejillones que nos pegamos y el buen ambiente, algunos se animaron a bailar con la música ambiental que teníamos. Lo agradable del paseo y del tiempo que teníamos, hizo que ese fuera uno de los “momentos mágicos” del viaje.
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El domingo día 4, después de recoger y entregar las llaves de las habitaciones, regresamos a Socuéllamos, haciendo una parada en Tordesillas para comer.Sobre las 20 horas llegamos a Socuéllamos.
Esperamos que el viaje fuera satisfactorio para todos, y ya a pensar en el próximo …….. |